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Tipos de Terapia
Tipos de trastornos
Evaluación Neuropsicológica
Informe forense
Terapias
Terapia individual
Tendrás tu espacio seguro con alguien que te escucha sin juzgarte y te ayuda a entender tus problemas y a encontrar maneras de ordenarte, proporcionarte herramientas nuevas para que puedas abordarlos y ayudarte a sentirte mejor. En definitiva…..enseñarte a vivir mejor.
Terapia grupal
Cuando hablamos con otras personas que están pasando por situaciones parecidas a las nuestras nos ayuda saber que no estamos solos, podemos compartir nuestras experiencias, apoyarnos mutuamente y aprender juntos cómo manejar las dificultades para sentirnos mejor. Es como tener un equipo de apoyo que entiende por lo que estás pasando y está acompañado por una especialista que nos sirve de guía.
Terapia infanto-juvenil
Eres niño o adolescente y tienes cosas que te preocupan, te hacen sentir triste, enfadado o simplemente no sabes cómo manejar. La terapia es como tener a alguien que es un experto en entender a niños y adolescente que te escucha, conecta y habla contigo para ayudarte a entender tus sentimientos, resolver tus problemas en el cole, en casa o con amigos, y enseñarte a sentirte mejor y más feliz.
Terapia de pareja
¿En tu relación de pareja hay problemas, discusiones o simplemente no os entendéis como antes? Aquí os ayudamos a los dos a escucharos de verdad, a entender por qué surgen los problemas y a encontrar juntos maneras de mejorar la comunicación, fomentar la comprensión mutua y desarrollar estrategias para la resolución de conflictos, con el objetivo de promover el bienestar y la satisfacción de ambos miembros de la pareja.
Terapia familiar
Imagina que juntamos a toda la familia para hablar de lo que nos pasa en casa. A veces las cosas no van bien, hay conflictos, o alguien lo está pasando mal y afecta a los demás. Un mediador ayuda a que todos se escuchen, entiendan por qué pasan las cosas, encuentren juntos el modo de llevarse mejor y solucionar los problemas.
Trastornos
Trastornos del estado de ánimo
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Trastorno depresivo mayor: Estado de ánimo deprimido, pérdida de interés, fatiga, sentimientos de inutilidad, problemas de sueño o apetito.
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Trastorno bipolar I: Episodios de manía (euforia extrema, impulsividad, ideas grandiosas) y episodios depresivos.
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Trastorno bipolar II: Episodios depresivos y episodios de hipomanía (menos graves que la manía).
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Distimia (trastorno depresivo persistente): Estado de ánimo crónicamente deprimido por al menos dos años, pero de menor intensidad que la depresión mayor.
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Trastorno ciclotímico: Alternancia de síntomas hipomaníacos y depresivos sin cumplir criterios de bipolar I o II.
Trastornos de ansiedad
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Trastorno de ansiedad generalizada (TAG): Preocupaciones excesivas sobre diversas áreas de la vida, con tensión muscular, insomnio, irritabilidad.
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Trastorno de pánico: Ataques de pánico recurrentes e inesperados con síntomas físicos intensos como taquicardia, sudoración, miedo a morir.
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Fobia específica: Miedo intenso y desproporcionado hacia un objeto o situación específica (como arañas, alturas, volar).
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Agorafobia: Miedo a estar en lugares de los que escapar puede ser difícil (multitudes, transporte público).
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Ansiedad social: Miedo a ser juzgado negativamente en situaciones sociales.
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Ansiedad por separación: Miedo excesivo a la separación de figuras de apego, presente también en adultos.
Trastornos del Neurodesarrollo
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Trastorno del espectro autista (TEA): Dificultades en la comunicación social y patrones repetitivos de comportamiento. Puede haber hipersensibilidad sensorial y necesidades de rutina.
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Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH): Se caracteriza por desatención, hiperactividad e impulsividad. Puede dificultar el rendimiento académico o laboral.
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Discapacidad intelectual: Limitaciones significativas en el funcionamiento intelectual y en habilidades adaptativas (sociales, prácticas y conceptuales).
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Trastornos del aprendizaje: Dificultades persistentes para adquirir habilidades académicas, como lectura (dislexia), matemáticas (discalculia) o escritura (disgrafía).
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Trastornos de la comunicación: Incluyen trastorno del lenguaje, trastorno fonológico, tartamudez (trastorno de fluidez) y trastorno de la comunicación social.
Esquizofrenia y otros trastornos psicóticos
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Esquizofrenia: Presencia de delirios, alucinaciones, lenguaje desorganizado, comportamiento desorganizado o catatónico y síntomas negativos (apatía, aplanamiento afectivo).
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Trastorno esquizofreniforme: Similar a la esquizofrenia, pero de duración inferior a seis meses.
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Trastorno psicótico breve: Episodio psicótico agudo que dura al menos un día pero menos de un mes.
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Trastorno delirante: Presencia de uno o más delirios (ideas falsas fijas) sin otros síntomas psicóticos prominentes.
Trastornos obsesivo-compulsivos y relacionados
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Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC): Obsesiones recurrentes (p. ej., miedo a la contaminación) seguidas de compulsiones (lavado de manos repetitivo).
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Trastorno dismórfico corporal: Preocupación excesiva por defectos percibidos en la apariencia física.
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Tricotilomanía: Arrancarse compulsivamente el cabello.
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Dermatilomanía: Rascarse la piel de forma compulsiva.
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Acumulación compulsiva: Incapacidad para desechar objetos, incluso si no tienen valor.
Trastornos relacionados con el trauma y el estrés
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Trastorno de estrés postraumático (TEPT): Reviviscencias, pesadillas, hipervigilancia tras un trauma grave.
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Trastorno de estrés agudo: Síntomas similares al TEPT pero de corta duración (menos de 1 mes).
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Trastorno de adaptación: Malestar emocional o conductual desproporcionado tras un cambio estresante (divorcio, despido, duelo).
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Trastorno reactivo del apego: En niños, respuesta emocional inhibida hacia cuidadores tras negligencia severa.
Trastornos disociativos
Separación disfuncional de la conciencia, identidad, memoria o percepción.
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Trastorno de identidad disociativo: Presencia de dos o más identidades o personalidades.
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Amnesia disociativa: Pérdida de memoria importante sobre eventos traumáticos o personales.
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Trastorno de despersonalización / desrealización: Sentimientos persistentes de desconexión del propio cuerpo o del entorno.
Trastornos somatomorfos y relacionados
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Trastorno de síntomas somáticos: Preocupación excesiva por síntomas físicos reales o percibidos.
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Trastorno de conversión (funcional): Síntomas neurológicos (parálisis, ceguera) sin causa médica explicable.
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Trastorno de ansiedad por la salud: Miedo intenso a padecer una enfermedad grave (hipocondría).
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Trastorno facticio: Falsificación deliberada de síntomas para asumir el papel de enfermo.
Trastornos alimentarios
Alteraciones en la conducta alimentaria.
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Anorexia nerviosa: Restricción extrema de alimentos, miedo a subir de peso, alteración de la imagen corporal.
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Bulimia nerviosa: Atracones seguidos de conductas compensatorias (vómito, ejercicio excesivo).
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Trastorno por atracón: Episodios de ingesta compulsiva sin conductas compensatorias.
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Pica: Ingesta de sustancias no nutritivas (tierra, tiza).
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Rumiación: Regurgitación repetida de alimentos que son remasticados, escupidos o ingeridos de nuevo.
Trastornos del sueño-vigilia
Alteraciones en la calidad, cantidad o ritmo del sueño.
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Insomnio: Dificultad para conciliar o mantener el sueño.
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Hipersomnia: Somnolencia excesiva a pesar de un sueño adecuado.
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Narcolepsia: Episodios irresistibles de sueño durante el día.
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Apnea obstructiva del sueño: Pausas en la respiración durante el sueño.
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Parasomnias: Comportamientos anómalos durante el sueño (sonambulismo, terrores nocturnos).
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Trastorno del ritmo circadiano: Desajuste entre el reloj biológico y el entorno (como el jet lag).
Trastornos del control de los impulsos y de la conducta
Falta de control sobre impulsos que causan daño a uno mismo o a otros.
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Trastorno explosivo intermitente: Estallidos de agresividad desproporcionada.
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Piromanía: Impulso incontrolable de provocar incendios.
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Cleptomanía: Robo compulsivo de objetos sin valor.
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Trastorno de conducta: Conducta antisocial en niños y adolescentes (agresión, destrucción, robo).
Trastornos relacionados con sustancias y adicciones
Uso problemático y dependiente de sustancias o conductas.
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Trastornos por consumo de sustancias: Alcohol, cannabis, cocaína, opioides, anfetaminas, etc.
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Intoxicación y abstinencia: Efectos agudos del consumo o cese de sustancias.
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Trastorno por juego (ludopatía): Conducta de juego patológica y descontrolada.
Trastornos de la personalidad
Patrones rígidos, desadaptativos e inflexibles del pensamiento y la conducta.
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Grupo A (raros o excéntricos): paranoide, esquizoide, esquizotípico.
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Grupo B (dramáticos o emocionales): antisocial, límite (borderline), histriónico, narcisista.
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Grupo C (ansiosos o temerosos): evitativo, dependiente, obsesivo-compulsivo (de personalidad).
Trastornos parafílicos
Fantasías o comportamientos sexuales atípicos, con malestar o daño a otros.
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Voyeurismo: Observar a personas desnudas o teniendo relaciones sin su consentimiento.
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Exhibicionismo: Mostrar los genitales a personas no deseosas.
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Froteurismo: Tocar o rozar a otros sin consentimiento.
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Pedofilia: Atracción sexual hacia menores.
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Masoquismo y sadismo sexual: Excitación sexual a través de sufrir o infligir dolor o humillación.
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Fetichismo: Excitación por objetos inanimados o partes específicas del cuerpo.
Evaluación Neuropsicológica
Es un proceso diagnóstico especializado que, mediante la administración e interpretación de una batería de pruebas estandarizadas y cualitativas, analiza las funciones cognitivas (atención, memoria, lenguaje, funciones ejecutivas, etc.), conductuales y emocionales de un individuo. Su objetivo es identificar fortalezas y debilidades neurocognitivas, establecer perfiles funcionales, contribuir al diagnóstico diferencial de condiciones neurológicas o psiquiátricas, y guiar la planificación de intervenciones y la rehabilitación. Una evaluación neuropsicológica puede ayudar a identificar o caracterizar una amplia gama de patologías y condiciones que afectan el funcionamiento del cerebro. Algunos ejemplos incluyen:
Condiciones Neurológicas Adquiridas:
- Traumatismo Craneoencefálico (TCE): Lesiones en la cabeza que pueden causar problemas de atención, memoria, funciones ejecutivas, etc.
- Accidente Cerebrovascular (ACV): Interrupción del flujo sanguíneo al cerebro, pudiendo causar déficits en el lenguaje (afasia), movimiento (apraxia), percepción (agnosia), memoria, etc.
- Tumores Cerebrales: Crecimientos anormales en el cerebro que pueden presionar o dañar áreas específicas, afectando las funciones correspondientes.
- Infecciones del Sistema Nervioso Central (meningitis, encefalitis): Pueden dejar secuelas cognitivas.
- Epilepsia: Trastorno neurológico que puede asociarse a dificultades cognitivas, especialmente si las crisis son frecuentes o graves.
Enfermedades Neurodegenerativas:
- Enfermedad de Alzheimer y otras Demencias: Deterioro progresivo de las funciones cognitivas, afectando principalmente la memoria, el lenguaje, la orientación y las funciones ejecutivas.
- Enfermedad de Parkinson: Trastorno del movimiento que también puede cursar con problemas cognitivos, especialmente en las funciones ejecutivas y la memoria.
- Esclerosis Múltiple (EM): Enfermedad autoinmune que afecta la mielina del sistema nervioso central, pudiendo causar diversos síntomas neurológicos y cognitivos.
- Enfermedad de Huntington: Trastorno genético que causa movimientos involuntarios y deterioro cognitivo progresivo.
Trastornos del Neurodesarrollo:
- Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH): Dificultades en la atención, la impulsividad y la hiperactividad que pueden afectar el rendimiento académico y la vida diaria.
- Trastornos del Espectro Autista (TEA): Pueden presentar perfiles cognitivos atípicos, con fortalezas y debilidades específicas en áreas como la comunicación social, la flexibilidad cognitiva y la función ejecutiva.
- Dificultades de Aprendizaje (Dislexia, Disgrafía, Discalculia): Problemas específicos en la lectura, la escritura o las matemáticas que pueden estar relacionados con el procesamiento cognitivo.
- Discapacidad Intelectual: Limitaciones significativas en el funcionamiento intelectual y en la conducta adaptativa.
Trastornos Psiquiátricos:
- Esquizofrenia: Puede asociarse a déficits cognitivos en la atención, la memoria de trabajo y las funciones ejecutivas.
- Trastornos del Ánimo (Depresión, Trastorno Bipolar): Pueden afectar la atención, la concentración, la memoria y la velocidad de procesamiento.
- Trastornos de Ansiedad: La ansiedad severa puede interferir con la atención y la memoria de trabajo.
- Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC): Puede relacionarse con dificultades en las funciones ejecutivas y la memoria.
Otras Condiciones:
- Efectos secundarios de tratamientos médicos (quimioterapia, radioterapia): Pueden causar «quimiocerebro» o dificultades cognitivas.
- Trastornos del sueño (apnea del sueño): Pueden afectar la atención y la memoria.
- Enfermedades metabólicas o endocrinas: Algunas pueden tener impacto en la función cerebral.
La evaluación neuropsicológica no siempre da un diagnóstico de una patología específica por sí sola. Los resultados se integran con la información clínica, las pruebas de neuroimagen y otros datos para llegar a un diagnóstico preciso y planificar la intervención más adecuada. La evaluación ayuda a caracterizar el perfil cognitivo de la persona, identificando sus fortalezas y debilidades, lo cual es crucial para el manejo y la rehabilitación de diversas condiciones.
Informe Forense
El informe pericial psicológico forense es un documento técnico-científico elaborado por un psicólogo forense, solicitado por la autoridad judicial o las partes litigantes. Su propósito es proporcionar análisis psicológicos especializados y fundamentados sobre aspectos relevantes para un proceso legal, basándose en la aplicación de métodos y técnicas de evaluación psicológica (entrevistas, pruebas psicométricas, observación conductual, análisis documental), el informe presenta los hallazgos, las interpretaciones y las conclusiones del perito, ofreciendo una opinión experta sobre cuestiones psicopatológicas, cognitivas, emocionales o conductuales de los individuos implicados, con el fin de auxiliar en la toma de decisiones judiciales.
Algunos usos específicos:
- Evaluación de la responsabilidad penal: Determinar la capacidad de una persona para comprender la naturaleza de sus actos y las consecuencias legales de los mismos al momento de cometer un delito (imputabilidad).
- Valoración de la credibilidad del testimonio: Analizar la consistencia, coherencia y posibles sesgos en el testimonio de testigos o víctimas.
- Evaluación de daño psicológico: Determinar la existencia, naturaleza y magnitud del daño emocional o psicológico sufrido por una víctima (en casos de maltrato, abuso, accidentes, etc.).
- Evaluación de la idoneidad parental: Valorar las capacidades de los padres para cuidar y proteger a sus hijos en casos de custodia o protección de menores.
- Valoración de la peligrosidad: Evaluar el riesgo de que una persona cometa actos violentos en el futuro (en casos de libertad condicional, permisos penitenciarios, etc.).
- Evaluación de la capacidad para testar: Determinar si una persona tenía la capacidad mental para comprender las implicaciones de su testamento al momento de redactarlo.
- Evaluación de la capacidad civil: Valorar si una persona tiene la capacidad para tomar decisiones legales por sí misma (en casos de incapacitación legal).
Asesoramiento en la selección de jurados: Aunque menos común, en algunos sistemas puede utilizarse para perfilar las características psicológicas de los posibles jurados.