El duelo sano consiste en encontrar la forma de recordar al ser querido y adaptarnos a nuestra vida sin su presencia. Las personas suelen experimentar reacciones dolorosas que van y vienen. En ocasiones, cuando la pérdida es muy reciente, el dolor es muy intenso. Pero algunas personas no sienten ese dolor de inmediato. Se sienten paralizadas, en shock o niegan lo sucedido. Puede tomar tiempo aceptar la realidad de que el ser querido se ha ido.
Las ceremonias, como los funerales y los homenajes, permiten a amigos y familiares reunirse para apoyar y consolar a las personas más afectadas por la pérdida. Estas actividades pueden ayudar a la persona a sobrellevar los primeros días luego de la pérdida y a honrar la memoria del fallecido.
Las personas pueden pasar un tiempo hablando y compartiendo recuerdos sobre el ser querido. Esto puede continuar por algunos días o semanas luego de la pérdida, mientras los amigos y familiares traen comida, envían cartas o simplemente pasan a visitar.
En muchas ocasiones, la gente expresa sus emociones durante este período, por ejemplo, llorando. Pero algunas personas pueden estar tan paralizadas o abrumadas por la muerte que no expresan sus sentimientos de inmediato, aunque la pérdida sea muy dura. Hay quienes pueden sonreír o hablar con otras personas en un funeral como si nada hubiera ocurrido, pero sin embargo, están tristes. Estar con otros que también sufren la pérdida puede ser reconfortante, al recordarnos que algunas cosas se mantendrán igual.
Cuando las ceremonias finalizan, algunos pueden pensar que el dolor debería terminar también. Pero a menudo el duelo apenas está comenzando. Las personas pueden retomar sus actividades normales, pero les resulta difícil dedicarse con entusiasmo a las cuestiones cotidianas. Aunque es posible que no hablen demasiado sobre la pérdida, el proceso de duelo continúa.
El objeto de atención clínica es una reacción a la muerte de una persona querida. Como parte de su reacción de pérdida, algunas personas afligidas presentan síntomas característicos de un episodio de depresión mayor (p. ej., sentimientos de tristeza y síntomas asociados como insomnio, anorexia y pérdida de peso). La persona con duelo valora el estado de ánimo depresivo como "normal", aunque puede buscar ayuda profesional para aliviar los síntomas asociados como el insomnio y la anorexia. La duración y la expresión de un duelo "normal" varían considerablemente entre los diferentes grupos culturales.
Otras situaciones especiales de duelo:
No podemos evitar el dolor que un familiar siente por la pérdida de su ser querido, pero podemos acompañarte, ayudarte a atravesar esos momentos amargos, podemos hacerte comprender lo que te está ocurriendo y sobre todo, PODEMOS ESCUCHARTE.