Problemas de Autoestima

Nos evaluamos en función de las cualidades negativas pasando por alto los puntos fuertes, se suele magnificar las posibilidades de fracaso. La autoestima es un concepto mucho más dinámico, moldeándose en función de nuestras vivencias. Si trabajamos en la dirección adecuada, conseguiremos revertir nuestra tendencia a valorarnos negativamente.

 

La baja autoestima es un problema que está muy de actualidad en nuestra sociedad e influye más en los adolescentes, debido a los cambios físicos y psicológicos que tienen lugar en esta etapa. Durante los primeros años de la vida, cuando la personalidad se está formando, algunas experiencias pueden dañar la autoestima. Y la persona, que aún no ha desarrollado las armas para enfrentarse a ellas, es quizás cuando comienza a sentirse poco valiosa. Uno de los factores predisponentes es la familia, la que en ocasiones, sin darse cuenta, le proyecta una imagen negativa de sí mismo y no le brindan la atención suficiente, provocando  además de la baja autoestima del menor, que no se sientan valorados o necesarios.

También en la edad adulta, la persona puede vivir experiencias negativas que afecten su autoestima.

Algunas experiencias susceptibles de alimentar las creencias negativas de una persona sobre sí misma son:

Al atravesar experiencias dolorosas como ésas, la persona puede ir formándose esa opinión negativa sobre su apariencia, su inteligencia o sus capacidades.

El concepto que tenemos sobre nosotros mismos define nuestra actitud a la hora de enfrentarnos a los diferentes retos que se nos plantean. Las personas con confianza en sí mismas son más optimistas y perseverantes por lo que tienen más posibilidades de alcanzar sus metas. La baja autoestima se sustenta más en creencias que en hechos, por tanto, si trabajamos en la dirección adecuada, propiciando experiencias gratificantes y reestructurando los pensamientos negativos que la agreden podemos conseguir revertir nuestra tendencia a valorarnos negativamente.

Las  consecuencias de tener una baja autoestima pueden afectar no solamente nuestras emociones, sino que también nuestra salud y nuestra vida. Son un obstáculo para poder triunfar y lograr el éxito tan ansiado en nuestra profesión. Además, tener baja autoestima nos perjudica en los estudios y nuestra vida personal, así como también el relacionamiento con otras personas. La baja autoestima puede generar tristeza, melancolía, depresión, timidez, y otros sentimientos negativos.